El Dragón de Prometeo: Darwin

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martes, 26 de mayo de 2020

¿Por qué Invertir en Ciencia cuando hay Hambre en el Mundo?

Es una pregunta que muchos hacen, pero este sesgo sólo demuestra que para esas personas la ciencia es algo aburrido, complicado y alejado de la vida cotidiana, piensan que la ciencia es inútil, y vamos explicar por qué están equivocados, hoy más que nunca.
En primer lugar, la ciencia está por todas partes. Si resulta invisible es porque no reparamos en que toda la tecnología que nos rodea ha sido creada por científicos e ingenieros. Los automóviles, los trenes, los teléfonos móviles, la electricidad, el plástico, la ropa y hasta la comida. Todo esto se ha mejorado a través de la investigación científica. Si usted está leyendo esto es gracias al trabajo de un número inimaginable de personas que estudiaron, trabajaron y pensaron hasta desarrollar pantallas digitales, chips y comunicaciones vía satélite.
Probablemente, si está leyendo esto, es también gracias a la mejora de la esperanza (y calidad) de vida que ocurrió durante el siglo XX. Por ejemplo, en Estados Unidos la esperanza de vida se incrementó en 29,2 años entre 1900 y 1999 y la mortalidad infantil cayó del 30,4% al 1,4%. Fue gracias a la ciencia.
A finales del siglo XIX se descubrió el papel de los microorganismos en las enfermedades, se adoptaron mejoras en sanidad e higiene, se desarrollaron los antibióticos y se implementaron los programas de vacunación. Gracias a eso prácticamente se erradicaron enfermedades como la difteria, el sarampión, el tétanos, la poliomielitis, la viruela, las paperas o la rubeola. Es una lástima que el movimiento antivacunas esté provocando que algunas de estas enfermedades regresen.
La investigación permitió el desarrollo de la revolución verde, que duplicó la producción de cereales en países en vías de desarrollo entre 1961 y 1985. Hizo más rápidos y seguros los aviones y más baratos los viajes por todo el mundo. Permitió que lleváramos un ordenador en el bolsillo y que hoy podamos pedir comida a domicilio, circular en coches eléctricos o comprar algo al otro lado del océano en unos pocos clicks. Si sufrimos una enfermedad, los médicos nos hacen análisis de sangre, radiografías o ecografías y usan técnicas de respiración asistida, suero y medicamentos. Todos ellos han sido investigados y puestos a punto por científicos.
Se podría argumentar también que no todo lo que se investiga es útil. Por ejemplo, se trabaja en campos como las cosmología o la física de partículas, cuando ni los cuásares ni los quarks dan dan de comer a nadie.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que, antes que se pueda desarrollar una aplicación concreta, hay que investigar y saber cómo funcionan las cosas, cuáles son los conceptos básicos o los fundamentos. Esto implica sencillamente investigar movido por la curiosidad, y no saber en ningún momento adónde se podrá llegar, si es que se podrá llegar a alguna parte. Esto, que se llama ciencia básica y que se diferencia de la ciencia aplicada, ya dirigida a aplicaciones concretas, es la base del conocimiento científico.

Como prueba de su importancia daremos algunos ejemplos. Hoy podemos usar el GPS en el móvil o el auto para encontrar el camino a casa gracias a que Albert Einstein formuló su teoría de la Relatividad. Él no pensó en nada parecido a un GPS (el primer satélite no se lanzó hasta el año 1957), pero gracias a sus cálculos, totalmente inútiles en aquel momento, hoy se sabe cómo funciona el espacio-tiempo y los GPS deben tenerlo en cuenta. Gracias a que Alexander Fleming tuvo curiosidad por un hecho aparentemente sin importancia, después se desarrollaron los antibióticos. Gracias a que en los setenta Elizabeth Blackburn investigó la longitud de los extremos de los cromosomas, luego se averiguó que unas estructuras, conocidas como telómeros, tienen un papel clave en las enfermedades, el envejecimiento y el cáncer. Gracias a las investigaciones con radiación de Marie Curie, hoy existen los tratamientos contra el cáncer de radioterapia. Sin curiosidad inicial, el láser no se usaría hoy para comunicaciones, operaciones o procesos industriales. Y como estos, hay miles de ejemplos.
Todavía hay quienes piensan que jamás estuvimos en la Luna (al igual que hay quienes creen que la Tierra es plana o que la homeopatía tiene propiedades mágicas), pero el programa Apollo no solo permitió que un astronauta pusiera una bandera en la Luna. Además de movilizar la ciencia, la tecnología y la industria de una nación entera, generó numerosos avances y aplicaciones. Fue clave para el desarrollo de la tomografía axial computarizada (TAC), los microchips, las herramientas inalámbricas, los termómetros, la conservación de la comida por deshidratación, el aislamiento, el joystick, la televisión por satélite, las lentes anti-arañazos, los calzados ergonómicos, los detectores de humo y los filtros de agua. Por no hablar de que aceleró nuestro conocimiento del Sistema Solar, la meteorología espacial y el lanzamiento de miles de satélites que hoy empleamos de forma cotidiana para comunicarnos, reconocer nuestro planeta o hacer transferencias bancarias.


Pero no solo eso. La ciencia tiene una labor al menos tan importante como tratar de mejorar la salud y calidad de vida. Su principal cometido es comprender el Universo. La ciencia estudia esas cosas que existen, y que se basan en leyes y regularidades. Esas cosas que están detrás de la vida, de las estrellas y del tiempo. Quiere entender no solo las galaxias, sino también las partículas subatómicas, las reacciones nucleares, las transformaciones químicas, el funcionamiento del organismo, el comportamiento de los gatos, la naturaleza de la luz del Sol que nos baña, cuántos asteroides caen en la Tierra, cómo diantres funciona el clima, qué transformaciones está sufriendo nuestro planeta y cómo cambiará, por qué los guepardos tienen manchas en su pelaje, hasta qué punto nuestro comportamiento depende de la biología, de dónde venimos, dónde vivimos, adónde vamos. Preguntas que la religión jamás ha respondido, ni responderá.
Nos debe importar, porque llevamos toda nuestra existencia siendo curiosos y haciéndonos las mismas preguntas. De hecho, gracias a la ciencia hoy hablamos de cosas extrañas que jamás hemos visto por aquí, como agujeros negros, galaxias, exoplanetas, neandertales, big-bangs, átomos y células. ¿No forman parte ya de nuestra forma de entender quiénes somos?

La dificultad de hacer ciencia

A diferencia de otros sistemas de conocimiento, la ciencia depende su capacidad de poner a prueba nuestra ideas (hipótesis) con evidencias recogidas en el mundo natural. Se alimenta de los hechos para tratar de comprender la realidad. Sus conclusiones están siempre sujetas a revisión permanente por millones de científicos de todo el mundo. Es todo lo contrario al pensamiento mágico, y las pseudociencias, que prometen milagros sin una sola evidencia.
Sin embargo, como toda actividad humana, también se puede ver afectada por las debilidades humanas típicas, como la corrupción o la ambición, y en algunos países depende de intereses políticos y económicos. Aún así, no existe otro sistema tan depurado y fiable como este, que sea revisado por personas de todo el globo y en el que los hechos tengan tanto peso.
¿Hay hambre en el mundo? Eso es responsabilidad de gobiernos, empresas y sociedades. Pero la ciencia puede ayudar. Gracias a la investigación genética, hoy existen cultivos más productivos, nutritivos y resistentes a plagas. Lamentablemente intereses políticos no han permitido que lleguen a más personas.
Investigar el secreto escondido en la materia o la historia escrita en las estrellas requiere desarrollar nuevas tecnologías y estudiar durante muchos años. El proceso es largo y a veces extremadamente caro. El dinero es un factor limitante (de hecho el presupuesto para ciencia en la mayoría de los países es muy limitado), pero las experiencias pasadas muestran que la inversión puede redundar en un desarrollo social, académico e intelectual.
Es más, se puede decir que la ciencia es el motor de la prosperidad. En Estados Unidos, se calcula que la tercera parte del crecimiento económico se logró gracias a la ciencia básica hecha desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Y, aparte de eso: ¿Cuántos ingenieros, arquitectos, científicos y estudiantes se formaron gracias a ella? ¿Cómo evolucionó el conocimiento, la política y la filosofía?


Por tanto, difundir la idea de que no se debería gastar en ciencia mientras hay hambre en el mundo es crear una falsa dicotomía, es ignorar la importancia y la utilidad de la ciencia. La ciencia es progreso, calidad de vida (al menos según nuestros estándares), la cura de enfermedades y la comprensión de dónde venimos y dónde estamos. La ciencia es la única que podría avisarnos antes del impacto de un asteroide, de un cambio climático, y puede salvarnos de una pandemia capaz de derrumbar nuestro sistema económico y modo de vida.
Por eso, la ciencia y la búsqueda de conocimiento que promueve es la única salida para el futuro tan peligroso que tenemos por delante. Sin ella, dudo que fuera posible emprender un esfuerzo global e informado para combatir el hambre, la polución, la destrucción del medio ambiente, el crecimiento demográfico descontrolado, futuras pandemias o el calentamiento global.
Por favor, apoyen la ciencia.

viernes, 5 de enero de 2018

RESPONDIENDO 10 PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LA EVOLUCIÓN

1.- Si los humanos descendimos de los simios, ¿por qué los simios no se están convirtiendo en seres humanos?

Los humanos, los simios y los monos son sólo "primos” lejanos evolutivos. Nosotros no venimos de los simios, sino de un ancestro común que no era ni mono ni humano y que vivió hace millones de años en el pasado. De hecho, durante los últimos siete millones de años muchas especies similares a las humanas han evolucionado; algunos ejemplos incluyen el Homo habilis, el Homo erectus, y el Homo neanderthalensis. Todos ellos se extinguieron en distintos momentos, dejándonos sólo a nosotros para compartir el planeta con un puñado de otros primates.


2.- Hay demasiadas lagunas en el registro fósil para que la evolución sea cierta

En realidad, hay un montón de fósiles intermedios. El Archaeopteryx , por ejemplo, es una de las aves fósiles conocidas más tempranas, con un esqueleto de reptil y plumas. En la actualidad existe evidencia de que algunos dinosaurios tenían pelo y plumas. Los Terápsidos son los intermedios entre los reptiles y los mamíferos; el Tiktaalik es un pez de aletas lobuladas extinto intermedio con los anfibios; en la actualidad hay por lo menos seis etapas de fósiles intermedios en la evolución de las ballenas, y en la evolución humana hay al menos una docena de fósiles de etapas intermedias a partir de las cuales los homínidos se separaron de los grandes simios hace seis millones de años. Teniendo en cuenta la excepcional baja probabilidad de que una planta o animal muerto se fosilice, es destacable que tengamos tantos fósiles como tenemos. Primero el animal muerto tiene que escapar de las garras de los carroñeros. Entonces tiene que quedar enterrado bajo circunstancias raras que harán que se fosilice en lugar de pudrirse. Entonces las fuerzas geológicas tienen que sacar de alguna manera el fósil de nuevo a la superficie para ser descubierto millones de años más tarde por un puñado de paleontólogos que los buscan.


3.- Si la evolución ha tenido lugar gradualmente durante millones de años ¿Por qué el registro fósil no muestra un cambio gradual?

Los cambios repentinos en el registro fósil no anulan los indicios de gradualismo; son evidencia existente de puntuación. Las especies son estables durante largos períodos de tiempo por lo que dejan un montón de fósiles en los estratos mientras están en ese estado estable. El cambio de una especie a otra, sin embargo, ocurre con relativa rapidez (en una escala de tiempo geológico) en un proceso llamado equilibrio puntuado.

Una especie puede dar lugar a una nueva especie, cuando un pequeño grupo "fundador" se desprende y se aísla del grupo ancestral. Este nuevo grupo fundador, con tal de que siga siendo pequeño y distante, puede experimentar un cambio relativamente rápido (las grandes poblaciones son genéticamente estables). El cambio de especie sucede tan rápidamente que pocos fósiles quedan para dejarlo grabado. Pero una vez transformados en una nueva especie, los individuos conservan su fenotipo durante mucho tiempo, dejando atrás muchos fósiles bien conservados. Millones de años después, este proceso da lugar a un registro fósil que registra la mayoría de estabilidad. La puntuación está ahí entre el equilibrio.
  


4.- Nadie ha visto nunca que la evolución suceda

La evolución es una ciencia histórica confirmada por el hecho de que muchas líneas independientes de evidencias convergen a esta sola conclusión. Series independientes de datos de la geología, la paleontología, la botánica, la zoología, la biogeografía, la anatomía comparada y fisiología, genética, biología molecular, biología del desarrollo, embriología, genética de poblaciones, la secuenciación del genoma, y muchas otras ciencias llegan a la conclusión de que la vida evolucionó. Los creacionistas piden "una sola forma transitoria de fósil" que demuestre la evolución. Pero la evolución no se ha probado a través de un solo fósil. Está comprobada a través de una convergencia de los fósiles, junto con una convergencia de las comparaciones genéticas entre las especies, y la convergencia de las comparaciones anatómicas y fisiológicas entre las especies, y muchas otras líneas de investigación. (De hecho, podemos ver que la evolución sucede - en especial entre los organismos con ciclos de reproducción cortos que son sometidos a presiones ambientales extremas. El conocimiento de la evolución de los virus y las bacterias es de vital importancia para la ciencia médica.)


5.- La ciencia reivindica que la evolución sucede por azar

La selección natural no es "aleatoria" ni opera por "casualidad". La selección natural preserva las ganancias y erradica los errores. Para ilustrar esto, imagine un mono en una máquina de escribir. Para que el mono escriba las primeras 13 letras del soliloquio de Hamlet por casualidad, se necesitarían 2613 número de ensayos para el éxito. Esto es 16 veces mayor que el número total de segundos que han transcurrido en el tiempo de vida del sistema solar. Pero si cada letra correcta se conserva y cada letra incorrecta es erradicada, la frase " seronoser" puede ser "seleccionada para" en sólo 335 ensayos, o apenas unos segundos en un programa informático. Richard Dawkins define la evolución como "mutación al azar, más la selección acumulativa no aleatoria." Es la selección acumulativa lo que impulsa la evolución. El ojo evolucionó a partir de un único punto sensible a la luz en una célula hasta la complejidad de los ojos de hoy, no por casualidad, sino a través de miles de pasos intermedios, cada uno preservado para hacer un ojo mejor. Muchos de estos pasos todavía existen en la naturaleza en organismos más simples.


6.- Sólo un Diseñador Inteligente podría haber hecho algo tan complejo como un ojo

La anatomía del ojo humano demuestra que es cualquier cosa menos algo "inteligentemente diseñado." Está construido al revés y hacia atrás, con fotones de luz teniendo que viajar a través de la córnea, el cristalino, el humor acuoso, los vasos sanguíneos, las células ganglionares, células amacrinas, células horizontales y células bipolares antes de llegar a las barras sensibles a la luz y a los conos que convierten la señal de luz en impulsos nerviosos que se envían luego a la corteza visual en la parte posterior del cerebro para su procesamiento en patrones significativos. Para una visión óptima, ¿por qué un diseñador inteligente ha construido un ojo al revés y hacia atrás? Este "diseño" sólo tiene sentido si la selección natural construye los ojos a partir de materiales disponibles, y en la configuración particular de las estructuras orgánicas preexistentes del organismo ancestral. El ojo muestra los caminos de la historia de la evolución, no un diseño inteligente.


 7 -La evolución es sólo una teoría

GRAVEDAD: Sólo una teoría Todas las ramas de la ciencia se basan en teorías, las cuales se basan en hipótesis comprobables y explican un cuerpo grande y diverso de hechos sobre el mundo. Una teoría es considerada robusta si predice consistentemente nuevos fenómenos que se observan posteriormente. Los hechos son los datos del mundo. Las teorías son las ideas explicativas sobre esos datos. Las imaginaciones y otras declaraciones no comprobables  no son una parte de la ciencia. La teoría de la evolución cumple con todos los criterios de la buena ciencia, tal como lo determinó el Juez William Overton en el juicio sobre el creacionismo en Arkansas:

• Se guía por la ley natural.

• Tiene que ser explicativa por referencia a la ley natural.

• Es comprobable contra el mundo empírico.

• Sus conclusiones son provisionales.

• Es comprobable y falsable.

Si usted puede encontrar mamíferos fósiles en los mismos estratos geológicos que los trilobites entonces la evolución podría ser falsificada. Nadie ha encontrado este tipo de datos contradictorios.


8.- Las evidencias de la evolución humana han resultado ser falsas, fraudes o imaginarias

Deseosos de desacreditar a la evolución, los creacionistas ignoran los descubrimientos de fósiles de homínidos y recogen ejemplos de engaños y errores en la creencia de que los errores en la ciencia son un signo de debilidad. Este es un grave desconocimiento de la naturaleza de la ciencia, que avanza constantemente utilizando tanto sus errores como los éxitos. Su capacidad de crear de forma acumulativa sobre el pasado es como progresa la ciencia. La función de auto-corrección del método científico es uno de sus activos más potentes. Engaños como el hombre de Piltdown, y errores honestos como el hombre de Nebraska, El Cráneo de Calaveras y el Hespero-Pithecus, son, con el tiempo, corregidos. De hecho, no fueron los creacionistas los que expusieron estos errores, sino  científicos quienes lo hicieron. Los creacionistas simplemente leen acerca de la exposición científica de estos errores, y luego los copian revelándolos como propios.


9.- La Segunda Ley de la Termodinámica prueba que la evolución es imposible

La segunda ley de la termodinámica se aplica a sistemas cerrados y aislados. Dado que la Tierra recibe una entrada constante de la energía del sol -se trata de un sistema de entropía abierta disipativo- la entropía puede disminuir y el orden aumentar (aunque el mismo sol se esté denigrando en el proceso). Por lo tanto, la Tierra no es estrictamente un sistema cerrado y la vida puede evolucionar sin violar la ley natural. Mientras el sol se esté quemando, la vida puede continuar creciendo y evolucionando, al igual que se puede prevenir que los automóviles se oxiden, las hamburguesas se puedan calentar en hornos, y todo tipo de cosas en aparente violación con la segunda ley de la entropía puedan continuar. Pero tan pronto como el sol se consuma, la entropía seguirá su curso y la vida en la Tierra cesará.


10.- La evolución no puede explicar la moralidad

Como especie de primates sociales evolucionamos con un profundo sentido de lo correcto y lo incorrecto para acentuar y recompensar la reciprocidad y la cooperación, y para atenuar y castigar el excesivo egoísmo y el parasitismo. Además, la evolución ha creado las emociones morales que nos dicen que la mentira, el adulterio y el robo son malas porque destruyen la confianza en las relaciones humanas que dependen de decir la verdad, la fidelidad y el respeto de la propiedad. No sería posible para una especie de primates sociales sobrevivir sin algún sentido moral. En la constitución de la naturaleza humana se construyen las constituciones de las sociedades humanas.

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