El Dragón de Prometeo: ¿Por qué murió el Nuevo Ateísmo en Latinoamérica?

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sábado, 20 de junio de 2020

¿Por qué murió el Nuevo Ateísmo en Latinoamérica?



  He participado activamente en redes sociales como ateo y escéptico durante más de 10 años. Cuando comencé SOY ATEO Y QUÉ, el tema estaba en auge. Incluso había comunidades donde los administradores de las distintas páginas nos conocíamos en persona, platicábamos en videoconferencias y hacíamos alianzas.

   Personajes como Dawkins y Hitchens eran muy populares. Subtitulábamos videos, se hacían debates. Yo personalmente participé en 2 debates en TV, una entrevista en radio, y estuve en la organización del Segundo Congreso Mexicano de Ateísmo. Conozco ateos que tienen mucho más tiempo que yo en esto, participaron en otros congresos y debates, entrevistas y para radio, Tv y revistas. Era todo un boom del ateísmo. Incluso surgieron asociaciones civiles en algunos países.

  Muchas de esas páginas y canales ya no existen o quedaron abandonadas. Amistades se rompieron o simplemente se congelaron. Muchos ateos dejaron el tema de lado e hicieron sus vidas aparte. Otros, simplemente cambiaron de rubro, como la política o el escepticismo.




¿Qué sucedió?


  En mi experiencia, y platicando con otros ateos de la vieja guardia, fue inevitable.

  Dawkins escribió en 'El Espejismo de Dios' que los ateos somos como una manada de gatos, cada quien por su lado y sin alinearse.

  A fin de cuentas, muchos nos dimos cuenta de que lo único que nos vinculaba era que no creíamos en deidades. Y pues lo que no somos o lo que no creemos no nos define.

  Nuestras ideas independientes al ateísmo, fueron más fuertes que lo que nos unía.

  Izquierda, derecha, socialistas, libertarios, liberales, conservadores, progresistas, escépticos, antivacunas, teóricos de conspiración, feministas, machistas, homofóbicos, posmodernistas y anti-posmo,  Los ateos no dejamos de ser personas con ideologías.  Y en algunos casos los enormes egos y rencillas personales acabaron con varias alianzas.

  Aunque una cierta mayoría nos inclinamos hacia el liberalismo, la ciencia, el escepticismo, el progresismo, nos divide la política y la economía; todavía hay muchos que no superan los prejuicios religiosos y mantienen ideas conservadoras rancias como el machismo y la homofobia, muchos otros caen en teorías de conspiración y niegan la ciencia.

 


  YA NADIE HABLA DE ATEÍSMO MILITANTE


  Aquí cabe aclarar que el Ateísmo Militante no se trata de predicar el ateísmo, no se trata de convencer a otros para ser ateos, sino de combatir la imposición de la religión. Por ejemplo, muchos ateos denunciaban que sus hijos eran discriminados por sus profesores por tener padres ateos o por no celebrar fiestas religiosas, algunos eran discriminados en sus empleos.

  Así surgieron asociaciones civiles que defendían legalmente a estas personas. Actualmente creo que sólo en Colombia y Perú siguen activas estas asociaciones.

  Alguna vez le preguntaron a Hitchens por qué combatía la religión, y respondió que mientras las religiones siguieran intentando imponer sus creencias, él seguiría siendo una oposición.

  Siempre trato de aclarar esto porque cuando hablábamos de Ateísmo Militante siempre había voces en contra, pensaban que queríamos predicar. 

  El caso latinoamericano es distinto al de EEUU o Europa, donde el ateísmo militante sigue fuerte a pesar de la muerte de Hitchens y la avanzada edad de Dawkins, Dennett o Randi. Hoy en día en España el ateísmo y el escepticismo están cobrando fuerza con nuevos divulgadores y escritores sobresalientes como J.M. Mulet, Alfonso Gamez, Clemente Novella, Mauricio Schwarz, o Rocío Vidal, con  la pandemia los debates a distancia y videoconferencias se han puesto de moda.

  En América Latina hay millones de ateos, pero muchos no lo expresan abiertamente, sigue siendo tabú cuestionar a la religión, algunos incluso nos critican por herir los sentimientos religiosos. Y lamentablemente no han surgido escritores o voces que llamen la atención al nivel de todos los antes mencionados, los pocos que lo han intentado son atacados por otros ateos que se niegan a que haya un liderazgo.

  Hace unos años, en México, algunos legisladores intentaron cambiar la Constitución para que la Iglesia Católica entrara a las escuelas públicas, un claro ataque al Estado Laico. Curiosamente fue más la oposición de los grupos evangélicos y protestantes que de los ateos. En muchos casos a los ateos no les interesa ser una oposición porque creen que no existe la discriminación hacia los ateos o creen que no les afecta, piensan que la burbuja en la que viven es igual para todos.


  Hoy en día muchos de los antiguos ateos militantes hemos optado por el Escepticismo y el Humanismo. No sólo cuestionamos la religión, también las pseudociencias, charlatanerías y teorías de conspiración, además de promover la inclusión de las minorías discriminadas y combatir los estigmas que dejó la religión, como el machismo y la homofobia.

  No es tarea fácil, y hay mucha oposición tanto de creyentes como de ateos, pero parece que tiene mejor futuro que el Ateísmo Militante. A ver qué tal nos va.


Pd.  SOY ATEO Y QUÉ sigue en pie, aunque con mucha polémica, ya que hablamos de muchos temas, no sólo de ateísmo, ampliamos nuestros objetivos y a muchos no les gusta que pongan en duda sus prejuicios, solo quieren burlarse de la religión. 





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